¿Es peligroso alimentar a mi gato con dieta BARF?
Seguramente ya hayas oído hablar de la dieta BARF. Esta es una dieta destinada especialmente para los animales, concretamente para los perros y los gatos. La dieta BARF proviene de la abreviación Biologically Appropiate Raw Food o, lo que es lo mismo, comida cruda biológicamente apropiada para los animales, como es la carne cruda, las hortalizas y —en menor medida— las frutas.
Lo cierto es que esta dieta ha generado una gran cantidad de opiniones contrapuestas entre quienes defienden que se trata de una alimentación totalmente sana y saludable o una alimentación perjudicial para nuestros pequeños peludos. La respuesta a si es peligroso alimentar a mi gato con dieta BARF, como en muchas otras ocasiones, no es definitiva: Depende de los alimentos —como veremos enseguida—.
A continuación, analizamos por qué motivos las dieta BARF es considerada peligrosa y qué recomendaciones debemos seguir para que no suponga ningún problema para nuestras mascotas. Pero, en primer lugar, vamos a analizar con más detalle qué es la dieta BARF y cuál es su función principal.
¿Qué es la dieta BARF y cuál es su función?
El término de dieta BARF fue acuñado por primera vez por el canadiense Debbie Tripp para referirse a la comida cruda preparada en casa para alimentar a los perros. Lo que defiende esta dieta es la necesidad de proporcionar alimentos crudos, como son la carne, las hortalizas y las frutas, a los animales con el fin de que se alimenten con comida mucho más natural que los piensos.
La dieta BARF se fundamenta en la necesidad de que los animales vuelvan a alimentarse como lo hacían en el pasado —en sus orígenes— y como lo siguen haciendo los animales salvajes de la misma especie, como son los tigres, leones, leopardos —en el caso de los gatos— y los lobos —en el caso de los perros—. Así mismo se sustenta explicando que estos alimentos son los que comerían los animales si no los alimentáramos en casa y estuvieran en un entorno más natural.
Por otro lado, explica que los piensos tradicionales contienen sustancias que, a la larga, afectan negativamente al organismo de los animales. Ahora bien ¿Hasta qué punto es adecuado que los gatos se alimenten con una dieta BARF? ¿Están preparados para digerir los alimentos crudos sin que les haga daño?
¿Es buena la dieta BARF para mi gato?
Lo cierto es que la teoría no suena mal, pero, debemos tener en cuenta que hay muchos años de evolución entre las diferentes especies. Al igual que las personas hemos cambiado nuestra alimentación y no es la misma que la de nuestros antepasados, como los primates, los animales también lo gatos y perros también lo han hecho y han evolucionado con nosotros. Así que el sistema digestivo no es el mismo. Pero ojo ¿Quiere decir esto que no pueden comer carne cruda?
No exactamente. El sistema digestivo de los gatos está preparado para comer carne cruda, de hecho, el PH es mucho más ácido que el de las personas —por lo que acaban con la mayoría de las bacterias—, pero no es igual que el de los animales salvajes. Si la carne no está en buen estado —o no es la adecuada—, existe el riesgo de que nuestra mascota se enferme por una infección. Si queremos que nuestros felinos pasen a una dieta BARF saludable debemos tener en cuenta una serie de recomendaciones.
¿Cómo evitar los riesgos por las infecciones en alimentos BARF?
La clave de una dieta BARF para que nuestras mascotas puedan comer carne sin que ello les genere un problema de salud es ofrecerles alimentos que nosotros nos comeríamos cocinados. Como por ejemplo pechuga de pollo, costillas de cerdo, lomo de cerdo, etc. Así mismo, debemos evitar las tripas, sobre todo los intestinos ya que en ellos se encuentran la mayoría de las bacterias. Zaunk.com es uno de los defensores de esta teoría. Ellos llevan años diseñando dietas para las mascotas, proporcionándoles alimentos a los animales rescatados, a los animales de competición y a los que tienen necesidades especiales para alimentarse. Con ello, explican que es fundamental preparar la comida para que esta esté en condiciones. También disponen
Ahora bien, a parte de ofrecerle alimentos similares a los que nosotros consumimos, es fundamental también que tengamos en cuenta algunos trucos que podemos llevar a cabo para que la comida que vaya a comer nuestro gato esté en perfecto estado y no le siente mal:
- Congelar la carne: Si compramos grandes cantidades de carne para alimentar a nuestra mascota durante toda la semana o mes, es importante que la vayamos congelando para evitar que las bacterias se multipliquen. Es cierto que el congelamiento no acaba con las que puedan haber, pero sí las paraliza. El sistema digestivo de los gatos está preparado para acabar con las pocas que puedan haber siempre que la carne esté en condiciones y no haya caducado.
- Lavar bien las verduras y frutas: Debido a los tratamientos que se le aplica a las verduras y a las frutas, es importante que antes de ofrecérselas a nuestra mascota las lavemos bien con agua.
- Poca fruta: Como sabrás el azúcar es perjudicial para los gatos y perros, así que evita que coman mucha fruta
- Comprar productos de calidad: Compra alimentos de un proveedor de confianza y asegúrate de que estos han seguido las recomendaciones de higiene antes de ofrecérselos a tu mascota.