Cómo son las consultas médicas desde el inicio de la pandemia
Como ya sabremos a estas alturas, la pandemia declarada hace casi un año lo ha cambiado todo, sobre todo en el ámbito médico. Desde los primeros meses de 2020, la atención médica se ha remodelado para atender a las nuevas necesidades motivadas por la incidencia que ha tenido el coronavirus sobre la población de riesgo, especialmente en ancianos, y la atención médica en centros de salud y hospitales ha tenido que adaptarse a los nuevos protocolos sanitarios establecidos para mantener a raya la propagación del virus. Pero, ¿cómo son las consultar médicas exactamente desde el inicio de la pandemia?
La digitalización de la consulta, la medida estrella para minimizar los contagios
La primera y más efectiva medida adoptada para reducir la expansión del coronavirus, tomada en primera instancia para rebajar la saturación de la atención médica en hospitales y servicios de urgencias, fue suprimir toda consulta que no fuese esencial de los centros de salud y mantener al personal médico en constante alerta para atender a los nuevos casos de contagios que se producen día a día. Además, para dar salida a las citas de mayor importancia, se habilitó un servicio de consulta digital y telemática para ofrecer al paciente la atención necesaria en caso de requerirlo.
Una de las consecuencias directas del confinamiento domiciliario y los meses posteriores a la desescalada fue el aumento exponencial de los casos de ansiedad y trastorno depresivo originados por la situación de encierro en la vivienda y la incertidumbre laboral generada por el acaecimiento de la pandemia. Se estima que las consultas al psicólogo de han multiplicado por dos con respecto a los índices previos a la pandemia, lo que da buena muestra de hasta qué punto la crisis del coronavirus ha terminado por afectar a la salud mental de la población española y, presumiblemente, de las grandes urbes de todo el mundo que han adoptado medidas tan restrictivas como las nuestras.
El colectivo de médicos de Atención Primaria insiste en que la atención telefónica no es lo ideal, ya que un médico ve con sus ojos más cosas de las que puede percibir cualquier otra persona, con lo que se agiliza el diagnóstico de enfermedades y aumentan las posibilidades de curar patologías que pueden verse agravadas con el tiempo.
El intercambio de opiniones, crucial en tiempos de pandemia
Es sorprendente la capacidad que demuestra el ser humano en condiciones adversas para hacer uso de las herramientas de las que dispone para satisfacer sus necesidades y alcanzar sus metas. Y es que, aunque parezca mentira, las salas de chat en línea se han convertido en el complemento ideal no solo para intercambiar opiniones entre personas con dolencias similares, sino que han actuado como salas de atención médica improvisadas para entrar en contacto de manera más directa con el paciente manteniendo los principios de atención telemática impuestos por la realidad del momento.
Uno de los servicios de chat que más ha visto florecer este tipo de servicios de atención, sobre todo en las salas dedicadas al colectivo de más de 50 años, ha sido LatinChats; y es que la disposición de sus salas de chat agiliza enormemente el proceso de interlocución con personas de la misma región o localidad, pasando de ser meras salas para mantener conversaciones amistosas o encontrar el amor a auténticas plataformas de atención médica personalizada.
Y es que, temas médicos aparte, el confinamiento ha puesto el foco en la soledad que sufren las personas de más de 50 años sin descendientes o con familiares cercanos fallecidos, algo que ha acentuado la pandemia, que se ha cebado con los colectivos más vulnerables. Estas salas de chat han generado un efecto terapéutico entre todas aquellas personas que más han sufrido el confinamiento, evitando desarrollar trastornos más acentuados de ansiedad o depresión, poniendo de manifiesto la necesidad de contar con personas de nuestra confianza para sentirnos acompañados y compartir las cargas de nuestro día a día.
Una necesidad que va a tener que ser atendida, sobre todo, entre el personal médico expuesto en primera línea de la batalla: se prevé que el colectivo adolezca de trastornos de ansiedad sufridos como consecuencia de la exposición prolongada al cuidado de enfermos de coronavirus, una situación que se agrava si tenemos en cuenta el reparto de turnos entre el personal motivado por la escasez de efectivos médicos, la ausencia de nuevas contrataciones y lo lejano que parece estar todavía el final del túnel. A esto tampoco ayuda el reciente anuncio del retraso de Pfizer en la distribución de la vacuna (originado por la exclusividad de la patente y la escasa cantidad de vacunas con las que se ha contado en esta primera tanda), que alargaría varios meses el que sería, presumiblemente, el fin de la pandemia de coronavirus.